La lder de la oposicin a Nicols Maduro se enfrenta al proceso judicial que ahora investiga a los organizadores de los comicios para elegir candidato
No ha transcurrido una semana del hito histrico de las primarias venezolanas cuando la gran triunfadora de esas elecciones, Mara Corina Machado, erigida en lder de la oposicin, se enfrenta a su primera gran prueba. Tarek William Saab, fiscal chavista, ha citado para este lunes, en calidad de investigados, a los organizadores de los comicios, cerca de medio centenar de juristas y catedrticos responsables de la gesta democrtica autogestionada. A la cabeza Jess Mara Casal, presidente de la Comisin Nacional de Primarias (CNP) y decano de derecha de la Universidad Catlica Andrs Bello, convertido hoy en un hroe popular.
Entre los perseguidos por la revolucin tambin se encuentran Mildred Camero, vicepresidenta de la CNP, y Roberto Abdul, directivo de la organizacin Smate, que dio asistencia tcnica al proceso. Junto a ellos comparecern los responsables de las distintas juntas regionales.
Contra todos pesa la acusacin orquestada por el Ministerio Pblico revolucionario, que pretende achacarles delitos de usurpacin de funciones, usurpacin de identidad, legitimacin de capitales y asociacin para delinquir.
«En lo que llegue (la citacin), voy», respondi Camero tras conocerse la noticia.
La embestida chavista para intentar mitigar el fenmeno poltico nacido tras la gesta ciudadana del domingo pasado provoc de inmediato la solidaridad nacional e internacional con estos juristas. Miembros de la sociedad civil han llamado a acompaar a los investigados ante la Fiscala. De momento no es pblica cul ser la estrategia que adopte Machado, que recibi el pasado jueves de la CNP la credencial como ganadora de las primarias.
«Condeno el acoso del rgimen. Venezuela debe votar en 2024 sin inhabilitaciones ni persecuciones y con estricto cumplimiento de lo acordado en Barbados», afirm Luis Almagro, secretario general de la Organizacin de Estados Americanos (OEA).
La Comisin Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) rechaz la investigacin penal contra los organizadores para insistir que «el Estado debe propiciar garantas para la participacin poltica». Naciones Unidas tambin ha realizado un llamamiento a que Maduro respete los derechos polticos de los venezolanos.
En los Acuerdos de Barbados, firmados la semana pasada entre el Gobierno y la oposicin con el auspicio de Estados Unidos, se establece el derecho de cada actor poltico de seleccionar candidato para las elecciones presidenciales «de manera libre y conforme a sus mecanismos internos». Una de las exigencias de Washington a Nicols Maduro fue que se permitiera la organizacin de las primeras, que siempre tuvo una espada de Damocles encima.
La CNP, incluso, pidi asistencia tcnica al Consejo Nacional Electoral (CNE), pero ste slo respondi meses despus y cuando el proceso ya estaba casi acabado. Ninguna de las 10 organizaciones polticas que participaron en las primarias presentaron quejas por irregularidades o anomalas.
Las maniobras del poder bolivariano para intentar reducir el impacto del huracn Machado, que obtuvo casi el 93% de los votos en unas urnas que se llenaron con 2.4 millones de papeletas, no slo se han centrado en las amenazas judiciales contra los juristas. El chavismo tambin ha convocado un referndum para el 3 de diciembre en el que pedir a los venezolanos que se pronuncien sobre la venezolanidad del Esequibo, territorio en disputa con Guyana, algo en lo que todo el pas est de acuerdo.
Maduro tambin convoc una falsa Conferencia de Paz para rodearse de colaboracionistas y empresarios amigos y para acusar a la oposicin de montar una estrategia de violencia. Su Gobierno tambin ha puesto en marcha por va exprs una Gran Misin Venezuela Mujer, para simular un perfil feminista en sus polticas sociales, al tener en frente una candidata unitaria mujer.
«Hasta ahora, lo nico que est logrando el madurismo es mostrar y confirmar a los venezolanos y a la comunidad internacional por qu tanta gente vot en las primarias de la oposicin. Hay un pas desesperado por salir democrticamente de esta locura», concluy el escritor Alberto Barrera Tyszka.