Keir Starmer se presenta como «‘premier’ a la espera», pese a las dudas que an despierta entre los britnicos
El lder laborista Keir Starmer ha prometido «una dcada de renovacin nacional» en su presentacin como «premier a la espera» en Liverpool, pese a las dudas que persisten entre los britnicos sobre sus planes y su escaso tirn popular. El 50% de los votantes reconoce a estas alturas que no sabe cul es el ideario del lder laborista y solo 34% piensa que el partido de la oposicin «est listo para gobernar», segn un reciente sondeo de Ipsos.
Starmer, 61 aos, se ha propuesto seguir la senda marcada por Tony Blair en las elecciones de 1997 con un calculado giro hacia el centro, manteniendo a raya a los sindicatos y lanzando un mensaje de «estabilidad y crecimiento» a las empresas, tras los turbulentos 13 aos de los tories marcados por las crisis de Gobierno y por el Brexit.
«La gente nos est mirando porque quiere sanar las heridas, y nosotros vamos a sanarlas», dijo Starmer en su discurso estelar en la Conferencia Nacional del Partido Laborista. «La gente nos est mirando porque los retos que tenemos por delante requieren un estado moderno, y nosotros somos los modernizadores. La gente nos est mirando porque quiere construir un nuevo Reino Unido, y nosotros somos los constructores».
Starmer fue interrumpido de entrada por un manifestante que le arroj brillantina y proclam «Demandamos justicia verde» y «Democracia liderada por ciudadanos». El lder laborista reaccion sobre la marcha y dijo simplemente: «Si piensa que me molesta, es que no me conoce».
Starmer se present como el rostro reconocible de «un Partido Laborista cambiado que ha dejado de ser el partido de la protesta». «Aquellos das quedaron atrs y nunca volveremos», dijo, en referencia a su predecesor Jeremy Corbyn. «Ahora somos un partido de servicio a la gente, que pone los intereses del pas primero».
El lder laborista redobl sus crticas a los tories por su larga dcada de austeridad y declive de los servicios pblicos, empezando por el Sistema Nacional de Salud (NHS). «Lo que est roto ser reparado, lo que est en estado ruinoso, ser reconstruido», dijo a la hora de anunciar un mayor gasto pblico en Sanidad y en Educacin, aunque poniendo el crecimiento econmico por delante de las subidas de impuestos.
Starmer tuvo tambin el reto de presentarse a s mismo como hijo de un humilde «fabricante de herramientas» en Oxted, abogado especializado en derechos humanos y director de la Oficina de Fiscala Pblica, lo que le vali la disticin de sir. Pese a su militancia de joven en la izquierda radical del partido (fue director de Alternativas Socialistas) y su ascenso a la sombra con Jeremy Corbyn, que le nombr potavoz del Brexit. Uno de sus principales retos desde que fue elegido lder laborista hace tres aos fue borrar todas las trazas de predecesor y declarar la «tolerancia cero» con el antisemitismo.
Corbyn, expulsado del grupo parlamentario y decidido a presentarse como independiente en 2024, se ha paseado estos das por Liverpool en su condicin de fantasma del pasado reciente, responsable de la mayor derrota del laborismo en 84 aos, en 2019.
El otro fantasma, presente sobre todo a travs de sus simpatizantes y colaboradores empotrados en las filas Starmer (Liz Kendall, Pat McFadden, Peter Kyle, Darren Jones), ha sido precisamente el de Tony Blair, que ha dado su total bendicin a las reformas emprendidas por el lder laborista.
A Starmer le queda, sin embargo, una montaa por escalar para emular el xito electoral de Blair en 1997. Para empezar, su impopularidad entre los britnicos (-14%) no est muy lejos de la del premierRishi Sunak (-30%). Y no cuenta con un ideario ni con una etiqueta que sirva de lanzadera, como ocurri con el nuevo laborismo.
«La falta de claridad, las dudas sobre su competencia y un lder relativamente impopular» son tres de los puntos que pesan en contra de Starmer, de acuerdo con el analista de la universidad de Srathclyde John Curtice, que recalca cmo la actual ventaja de 20 puntos sobre los conservadores puede resultar «frgil» a falta de un ao para las elecciones (Blair nunca baj de 25 puntos).
El principal reto de Starmer en su discurso fue precisamente diluir las dudas persistentes sobre su capacidad y su carcter, criticado tambin por vivir de las rentas y de los errores de los tories y no entrar a trapo en los grandes temas. Alistair Campbell, el gur de la comunicacin de Tony Blair, le ha recomendado estos das que sea «ms audaz» y que no tenga miedo a provocar titulares, como cuando propuso reescribir el acuerdo del Brexit de Boris Johnson.