La totalidad de los jueces de la mxima instancia judicial se rene por primera vez para estudiar los recursos que piden anular la primera ley aprobada en el plan de reforma que divide a Israel
Tras 36 semanas consecutivas de protestas (masivas en la calle y estratgicas en el cuerpo de reservistas del ejrcito) en Israel, el tren de la propuesta de reforma judicial puesto en marcha en enero por el ministro de Justicia, Yariv Levin, se acerca un poco ms a una estacin llamada «crisis constitucional». Estas dos ltimas palabras han sido las ms citadas y temidas este martes al inicio de la trascendental audiencia del Tribunal Supremo (TS) que por primera vez en su historia convoc a todos sus jueces. Durante diez horas retransmitidas en directo, los 15 magistrados han tratado los ocho recursos presentados contra la primera ley aprobada del plan del Gobierno destinado a recortar algunas competencias del TS en la relacin entre los tres poderes. La sentencia est prevista en cualquier momento en los prximos cuatro meses en los que en el campo poltico todo puede pasar: desde la congelacin de la iniciativa a su continuacin tensando ms la cuerda que atraviesa un pas dividido.
Qu analiz el TS y por qu es tan importante?
Hace dos meses, la coalicin integrada por 64 de los 120 diputados tras los comicios del 1 de noviembre aprob en la Knsset una enmienda que suprime uno de los principales recursos del TS (criterio de razonabilidad) para revisar decisiones y nombramientos de los gobernantes. Abogados, empresarios, activistas sociales, ex altos mandos militares y una asociacin contra la corrupcin apelaron a la mxima instancia judicial para anularla alegando que «modifica la estructura bsica de la democracia».
El TS, presidida por Esther Hayut, puede decidir no intervenir si interpreta que la enmienda «no contradice de forma sustancial la esencia juda y democrtica de Israel» o devolverla al Parlamento para que sea corregida de tal forma que el criterio de razonabilidad sea limitado y no cancelado. La tercera opcin sentara un precedente ya que por primera vez se derogara una ley bsica-con carcter constitucional en un pas sin constitucin-con la posibilidad, tambin por primera vez, de que miembros de la coalicin no acaten la sentencia. Sin duda, el reflejo ms expresivo de la lucha institucional en la que, en su escenario extremo, funcionarios del Estado deben elegir entre decisiones de los ministros y sentencias de los magistrados.
En la sesin, el Gobierno estuvo representado por el abogado Ilan Bombaj ya que la asesora legal Gali Baharav-Miara se opone a la enmienda al considerar que «golpea de forma severa los cimientos del sistema democrtico». Bombaj record que el TS tiene otros instrumentos para supervisar y el juez Isaac Amit le dijo que «la democracia no muere por varios fuertes golpes sino en una serie de pequeos pasos».
Qu dice el Gobierno?
Su lnea argumental seala que el TS no tiene potestad para invalidar una ley bsica y avisa que podra conducir a la «anarqua». Levin, que sostiene que su reforma busca «el reequilibrio entre las autoridades y corregir el exceso de poder del TS», escribi: «La audiencia hoy en el TS, con ausencia de autoridad, es un golpe mortal a la democracia y el estatus de la Knsset». Segn l, «el Gobierno siempre respet las sentencias del TS y el TS respet las leyes bsicas. La responsabilidad recae en los jueces para que no rompan esta base comn. No puedo imaginar que lo hagan».
«Esther Hayut, ni se te ocurra invalidar una ley bsica», avis el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrish mientras el presidente del Parlamento, Amir Ohana lanz un mensaje repetido por varios diputados: «La Knsset no se dejar pisotear sumisamente».
Ya sea un rdago, farol o amenaza, el primer ministro Benjamin Netanyahu no quiso contestar de forma clara si acatar la sentencia. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, respondi afirmativamente recalcando que «estamos en un Estado de Derecho» y pidi un pacto nacional. La creencia es que el Gobierno respetar la sentencia sea cual sea.
Qu declaran los lderes de la oposicin y protestas?
«No se trata de una ley bsica sino de un documento irresponsable sobre el que pusieron el ttulo Ley Bsica», indica el lder de la oposicin Yair Lapid que responde a Ohana: «La Knsset aceptar cualquier fallo del TS».
En la vspera, ms de 20.000 israeles se manifestaron frente a la sede judicial en Jerusaln en un momento clave en su lucha contra la reforma que ven como «ataque contra la separacin de poderes y la democracia». «El Gobierno ha perdido su pueblo, su ejrcito y su legitimidad tal y como se ve en las manifestaciones y en los sondeos donde menos del 20% apoya su revuelta antidemocrtica», declar una de las lderes, Shikma Bressler, mientras su compaero Moshe Radman aadi: «El pueblo apoya al TS en la defensa de la democracia ante extremistas».
«Nos oponemos a unas leyes que quieren cambiar nuestro pas de forma negativa y reflejan la fractura social tras las ltimas elecciones», comenta a EL MUNDO el israel de origen argentino Miguel Groisman ante una crisis que ha destapado asignaturas pendientes como la relacin entre la religin y el Estado y, en menor medida, el conflicto con los palestinos.
Es posible un freno al plan judicial que apacige la crisis?
S. La primera va es un acuerdo entre la coalicin y la oposicin que suspenda el proyecto de leyes y modifique la norma aprobada en julio. La otra es unilateral. Antes de viajar la prxima semana a la Asamblea General de la ONU en Nueva York donde se encontrar con el presidente Joe Biden por primera vez desde su vuelta al poder, Netanyahu podra anunciar una Hoja de Ruta para poner fin a la crisis y reducir el malestar de Biden que an no le invit a la Casa Blanca.
El veterano dirigente, que afronta un juicio por corrupcin, intentar congelar el proyecto sin que su Gobierno arda en llamas. El ala ms militante del Likud -liderado por Levin- y los dos partidos ultraderechistas le exigen seguir la reforma mientras la vieja guardia del Likud y los dos partidos ultraortodoxos promueven un pacto con la oposicin.
Hace una semana, el nuevo intento de mediacin del presidente Isaac Herzog fracas. En un documento que aprob y rechaz tras ser filtrado a los medios, Netanyahu se comprometi a aparcar el proyecto 18 meses y modificar la ley que este martes ha llegado a la mxima instancia judicial en una jornada que consolida el debate sobre qu autoridad tiene la ltima palabra en Israel.